La vida

Efímera prisionera del tiempo, fugas visualización de la existencia, bella y terrible.

Dame a beber de tu cáliz, déjame beber de tus senos siempre, llévame a tus fiestas coloridas, de sedas y sombrillas colgantes, de sonrisas teñidas de rojo y ojos negros de vidrio volcánico.

En tus rutas se encuentra el misterio de la muerte, ese camino oscuro e inexplorado que agobia a los mortales y te hace más valiosa. Tú que mueres a cada segundo y naces repetidamente, dime cuánto vale la inmortalidad, dónde encontrar la fuente que hará que no me sueltes jamás.

Solo estas letras que nacen en mi poesía no podrán morir contigo y tampoco el tiempo clavará en sus sílabas la daga de la muerte. 

¿Son estas palabras la fuente de mi inmortalidad y la prolongación de mi existencia?

Roberto AF